La
Fundación Jóvenes y Deporte, junto con la Federación Extremeña de Ajedrez, han
puesto en marcha recientemente el proyecto “Ajedrez sin Barreras”, subdividido
en tres subprogramas llamados “Ajedrez y Autismo”, “Ajedrez y Deficiencia
Visual” y “Ajedrez y Deficiencia Auditiva”, para lo que cuentan con la
colaboración de varias asociaciones extremeñas, de las que daremos más información en lo sucesivo.
Desde
el mes de junio y hasta octubre “Ajedrez sin Barreras” se está desarrollando en
las tres principales poblaciones de nuestra comunidad: Badajoz, Cáceres y
Mérida, con el objetivo de que el juego del ajedrez sirva como herramienta de
ocupación del tiempo libre de los niños que padecen autismo o deficiencias
audiovisuales en cualquiera de sus grados y manifestaciones, además de su
utilización como medio para la relación social, uno de los aspectos que más
cuesta a estas personas.
Del
mismo modo, con la práctica de este deporte se pueden mejorar capacidades como
la concentración, la memoria, la capacidad de análisis y de iniciativa, el
respeto, el autocontrol o la autoestima, que suelen ser deficitarias en los
participantes. Todo ello se intentará lograr abordando, con la supervisión de
monitores especializados y psicólogos, contenidos como los elementos materiales
del juego del ajedrez, las reglas, los movimientos, la buena actitud durante la
partida y ante la victoria y la derrota, así como el uso del ordenador como
medio de consulta o participación online.
Estos
tres programas están demostrando ser grandes herramientas integradoras en las
que muchos jóvenes compiten con adultos, sirviendo en muchos casos de nexos de
unión entre ellos y su entorno, ya que en ocasiones acuden a las sesiones
acompañados de familiares y amigos ajenos a las asociaciones, siendo la
valoración tanto de padres como de alumnos muy alta.
Entre
los tres subprogramas destaca el destinado a los pequeños que padecen Autismo,
por su aspecto novedoso y por su excelente acogida. Este programa se está desarrollando
en grupos reducidos por la necesidad de atención casi individualizada que
demandan los asistentes, permitiendo una metodología activa y participativa,
presentándoles la información de forma lúdica y motivadora, desarrollando la
empatía y comprensión de las estrategias del oponente, y con el objetivo final
de que el ajedrez sea una herramienta de ocupación de su ocio y tiempo libre.
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