María Pérez Gil (Cáceres 8 de julio de
1981). Profesora de FP en el IES Santa Lucía del Trampal de Alcuéscar. Deportista
de parapente con grandes resultados a nivel nacional, entre los que se incluyen
la Liga de Distancia de España en 2012 y 2013 en la categoría femenina.
Recientemente ha realizado un vuelo desde Montánchez de más de 155 kms de
recrrido continuado, atravesando toda la provincia de Badajoz para aterrizar en
Jabuguillo (Huelva), lo que supone un record de España de la modalidad en
féminas.
En primer lugar enhorabuena por su
reciente record de España. ¿Qué se siente al alcanzar este tipo de logros? Siento sobre todo agradecimiento a mis compañeros de
vuelo, que tanto me han enseñado y apoyado para conseguir este récord;
especialmente a Javi Gil, instructor de la Escuela de Parapente Pangea, que fue
el que me inició en este deporte.
¿Eres consciente de que lo has
conseguido justo después del vuelo o hay que verificar las marcas de alguna
manera? Cuando volamos, llevamos
aparatos que graban nuestra trayectoria e incluso mandan nuestra posición y
altura a un servidor para que cualquier persona pueda seguirnos a través del
ordenador. Al aterrizar me sentí profundamente emocionada por haber conseguido
hacer un vuelo tan bonito, pero no era consciente del número de kilómetros que
había realizado. Fueron los pilotos que vinieron a recogerme y los compañeros
del Club Parapente Extremadura, que me seguían desde sus casas, los que me
dijeron que posiblemente fuera récord femenino de España. Al día siguiente
envié el archivo del GPS para que la Real Federación Aeronaútica Española estudiara el track y los espacios aéreos que
había atravesado a lo largo de los 155 kilómetros para confirmarlo.
¿Era tu objetivo real conseguir el
record cuando despegaste? Mi objetivo
era llegar a Jerez de los Caballeros y pasar de los 100 kms., pero cuando ví
que llegaba de sobra y que el día ofrecía mucho más, seguí avanzando hacia la
Sierra de Aracena.
¿Tuviste alguna dificultad durante el
vuelo? ¿En qué momento del mismo disfrutaste más? Tuve un momento difícil cuando llegué a Mérida. Había
perdido mucha altura y necesitaba encontrar una masa de aire ascendente o
térmica que me permitiera continuar el vuelo. Estudié el terreno bajo mis pies
y ví una parcela junto a un arroyo donde habían quemado rastrojos y contrastaba
con el resto del terreno a su alrededor, eso supone un perfecto generador y disparador de térmicas. Cuando pasé por
encima, sentí que el parapente se elevaba y conseguí alcanzar una altura de
2600 metros. Algo parecido ocurrió en Almendralejo. Esos momentos en los que
este deporte pone a prueba tus conocimientos y concentración son los más
bonitos y los que causan más satisfacción.
¿Desde cuando practicas parapente? ¿Qué
te llamó la atención? Comencé a
practicar el parapente hace tres años y medio, después de haber volado en un
parapente biplaza en los Alpes franceses. Fue un vuelo maravilloso, con el Mont
Blanc frente a nosotros y bajo nuestros pies ciervos que correteaban por los
bosques de Chamonix. Me emocionó tanto la experiencia que cuando llegué a
Extremadura después de las vacaciones, me apunté a un curso en la Escuela
Pangea, de Cáceres.
¿Es necesario entrenar regularmente? Si tus vuelos son de recreo y en zonas sin grandes
accidentes geográficos no, pero si se pretende volar en competición o hacer
vuelos de distancia, es imprescindible una formación y estudio de meteorología
y de las zonas de vuelo, además de un entrenamiento regular que favorece sin
duda el control del parapente.
¿Cómo le explicarías a alguien qué
sensaciones se tienen en el aire? Es
difícil explicarlo. Sientes libertad, ingravidez, emoción... Merece la pena
volar en biplaza y sentirlo en primera persona.
¿Qué tal está el nivel de los deportes
aéreos en nuestra región? En
parapente hay un nivel bastante bueno. Tenemos varias zonas privilegiadas para
la práctica de este deporte, como el Pitolero, en el Valle del Ambroz, La Parra
y sobre todo Montánchez, desde donde se están haciendo vuelos espectaculares
esta temporada.
Entre otros retos, te has propuesto
atravesar Extremadura de Norte a Sur en varias etapas. ¿En que fase de
desarrollo se encuentra este desafío? Así
es, la Fundación Jóvenes y Deporte me apoyó durante el 2013 para desarrollar el
desafío Extremaire. El año pasado no pude completar todo el trayecto, pero este
año voy por buen camino. Todavía estamos a mitad de temporada y ya he
conseguido atravesar la provincia de Badajoz con un solo vuelo. Pretendo
completar el reto a lo largo del mes de julio.
¿Qué te parece el apoyo de la Fundación
a este tipo de iniciativas singulares y deportes minoritarios? Me parece una iniciativa fantástica, porque además de
ayudar a los deportistas, fomentan el acercamiento de los jóvenes a estas
disciplinas más desconocidas.
Del mismo modo y como consecuencia de
esta Beca, desarrollas junto a ellos una serie de actividades en centros
educativos extremeños, ¿en qué consisten? En las charlas impartidas en los centros, he explicado al
alumnado nociones básicas del parapente y sus modalidades, les mostré vídeos
explicativos y llevé todo el material de vuelo para que los alumnos lo pudieran
tocar y conocer de cerca.
¿Qué tal es el trato con los alumnos?
¿Muestran interés? Estuvieron muy
atentos a todas las explicaciones. Les impresionó ver los vídeos que les mostré
y me bombardearon a preguntas cuando terminé la explicación. ¡Un público
perfecto!
¿Qué dudas te plantean en las sesiones
que realizas en los colegios? Me
preguntaban de todo: si se tarda mucho en aprender a volar, si comemos y
bebemos mientras volamos, qué pasa si tenemos ganas de orinar a qué altura y
distancia máxima he llegado, dónde su puede aprender a volar... y ¡cómo no! una
pregunta que nos hace mucha gracia a los pilotos de parapente: “¿Qué pasa si se
acaba el aire?”
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